Una caldera de biomasa funciona de una forma similar a una caldera de gas. El quemador de combustible
quema el pellet que se le proporciona, generando una llama horizontal que entra en la caldera, como suele
suceder en los sistemas de gasóleo.
El calor generado durante esta combustión (en este caso de combustible natural) es transmitido al circuito
de agua en el intercambiador incorporado en la caldera. El agua caliente generada se utiliza
para calefacción y agua caliente sanitaria, climatización de piscinas, etc. La calefacción puede ser por
cualquiera de los sistemas convencionales de agua, por ejemplo, suelo radiante, radiadores o fancoils.